En las planicies de Puerto López (Meta) se erige un proyecto filantrópico denominado El Amparo, que es una reserva natural, que tiene como único objetivo dejar un legado ambiental para la humanidad, más allá de cualquier interés económico.
Juan David Gutiérrez, administrador del lugar que consta de 1.300 Ha, sostuvo ante los micrófonos de Las Mañanas de Violeta, que el objetivo que persiguen los propietarios es crear un santuario natural.
Juan David Gutiérrez – Reserva natural el amparo.
Es por ello que de momento se abstienen de impulsar cualquier tipo de actividad turística, basados en la tesis que la llegada masiva de visitantes, puede generar un impacto negativo en el ecosistema.
Sin embargo, no descartan que, a futuro, luego de implementar una infraestructura organizacional, incursionarán en este campo, pero apuntando a crear una conciencia ambiental en el público que llegue a conocer el lugar.
Pese a reunir las condiciones aun no ha sido elevada a la categoría de reserva de la sociedad civil, pero se encuentra en proceso dicho trámite. Caso contrario ocurre con los bonos de carbono, que es otra alternativa de ingreso.
“Los bonos de carbono es un universo gigante al que acceder no es fácil. Uno de los renglones es la inclusión de árboles en la producción agrícola como árboles sombrilla, pero a nivel de bosques nativos es muy complejo, porque la normatividad no apoya mucho y habría que tener unas 40 mil Ha y juntarlas, eso no es simple, nosotros alcanzamos a reunir 7.500 Ha y por eso la iniciativa quedó en pausa”, recalcó Gutiérrez.
Persistir en la idea de mantener El Amparo soslayada de cualquier beneficio económico por concepto de turismo, no ha sido fácil para la familia dueña de la reserva, que está ubicada a unos 60 kilómetro de Puerto López, por la vía a Puerto Gaitán.
Llevamos 21 años y nos hemos podido sostener aplicando diferentes fórmulas para sostenerla. En este momento tenemos un proyecto apícola, pero hay que reconocer que hay gran dificultad para sostener la reserva”.
El tema es de aprender a convivir con el ecosistema. “Si la conciencia ambiental no cambia, será muy difícil que este tipo de iniciativas prospere, porque la normatividad es vulnerable”.
Reiteró que en este tipo de iniciativas casi todos quieren una retribución económica, pero que, en el caso de las reservas naturales, la compensación es ambiental y no financiera. “La idea es perpetuar la reserva a perpetuidad, que sea de uso exclusivo de protección ambiental y un sector turístico muy controlado”.
