La suspensión de actividades en la Planta de Beneficio Animal (PBA) de Paz de Ariporo ha generado preocupación entre productores y comerciantes de carne del norte de Casanare, debido a los impactos económicos y sanitarios que empieza a generar el cierre.
La denuncia fue hecha por el concejal Cristian Vega, quien expresó su inquietud frente a la falta de información oficial sobre las causas del cierre. Según ha recogido en diálogos con trabajadores y expendedores, el motivo sería la ausencia de contratos laborales y demoras en los pagos al personal operativo. Esta situación habría llevado a la paralización total de la planta.
La falta de funcionamiento de esta infraestructura ha obligado a algunos ganaderos a buscar alternativas como el sacrificio de animales en predios particulares o el traslado del ganado hacia Yopal, lo cual incrementa los costos y podría generar un alza en el precio de la carne local. Además, se teme que esta coyuntura favorezca prácticas ilegales como el abigeato.
Vega también alertó sobre la falta de control en el manejo de los subproductos del sacrificio, como los cueros y librillos, elementos que no estarían siendo devueltos a sus propietarios ni reportados con claridad, lo cual compromete la trazabilidad y sostenibilidad del proceso.
El concejal solicitó a la Alcaldía, la Secretaría de Agricultura y la Personería Municipal la instalación de una mesa de trabajo que permita encontrar soluciones inmediatas y reactivar la operación de la PBA. Asimismo, anunció que presentará un derecho de petición para exigir explicaciones formales sobre la situación.
“La planta no puede quedar inactiva por falta de gestión o de recursos. Es un servicio fundamental para la economía y la seguridad alimentaria del norte del departamento”, puntualizó Vega.
