Ahora el tan cacareado proyecto urbanístico del destituido alcalde John Jairo Torres Torres por urbanizador ilegal mutó, cambio se camuflo entre las firmas Construcciones e inmobiliaria la castellana S.A.S y Proyecto Piedemonte S.A.S, aunque el terreno donde hizo ir a más de un incauto pertenece a la firma La Castellana, quien esa haciendo la publicidad para este nuevo lio jurídico, ambiental y social es una firma que se hace denominar Proyecto Piedemonte S.A.S.
Del terreno lo que se presume por una documentación que los vendedores vienen socializando es que tiene un área de bruta de 50 hectáreas y estaría destinado para 1688 lotes¸ que la representante legal presuntamente seria Diana Marcela Cruz Peñaranda y que este proyecto está ubicado en la zona de expansión urbana dos del polígono de Yopal.
Este proyecto que ahora tiene tantos socios, dueños, firmas aparentemente responsables, al parecer no ha contado con la Oficina Asesora de Planeación Municipal de Yopal, así se ha evidenciado, debido a que uno de sus promotores el señor Jhon Jairo Torres Torres u otras personas, NO ha solicitado autorización de ninguna actividad de apertura de vías, loteo, urbanismo, adecuación de tierras o actividades relacionadas como las que se han empezado a difundir en las redes sociales y medios de comunicación, al parecer en el predio denominado La Castellana.
No sobra recordar la tipificación del artículo 318 del Código Penal Colombiano, URBANIZACIÓN ILEGAL, el cual rige que “el que adelante, desarrolle, promueva, patrocine, induzca, financie, facilite, tolere, colabore o permita la división, parcelación, urbanización de inmuebles, o su construcción, sin el lleno de los requisitos de ley incurrirá, por esta sola conducta, en prisión de cuarenta y ocho (48) a ciento veintiséis (126) meses y multa de hasta cincuenta mil (50.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.”
Sin embargo vuelve y juega, ya están realizando convocatorias al sitio, ayer domingo hubo reunión con algunos interesados y ya se están recaudando dineros presuntamente para apartar los lotes. Sin embargo ya le salieron al paso las personas que habían venido pagando $100.000 para el anterior proyecto y que se quedaron viendo un chispero.
