A menos de un mes del paro arrocero que paralizó buena parte del oriente colombiano, los productores de arroz en Casanare vuelven a prender las alarmas ante una nueva crisis que amenaza con poner en riesgo miles de toneladas del cereal.
Según denunciaron los agricultores, actualmente están entregando su cosecha en modalidad de consignación, sin garantías de pago inmediato y sin un precio establecido. Los molinos, aseguran, prácticamente se están negando a comprar la producción, lo que pone en jaque la comercialización de más de mil toneladas de arroz y representa un golpe económico incalculable para los cultivadores del departamento.
Mientras tanto, los camiones cargados con arroz hacen fila frente a los molinos, con el riesgo inminente de que el grano se dañe al interior de los vehículos. Desde la industria se justifican afirmando que aún no cuentan con el respaldo del Gobierno Nacional para recibir el arroz blanco, ni claridad frente a la salvaguardia impuesta por Ecuador, que sigue afectando el panorama comercial.
Ante esta situación, los Comités de Arroceros de Aguazul y Yopal realizaron una reunión extraordinaria en la sede de Fedearroz Aguazul, donde los productores calificaron la situación como “crítica”. Alegan que los acuerdos de precio alcanzados recientemente con el Ministerio de Agricultura no se están aplicando y que el mercado sigue paralizado.
Rafael Hernández, gerente general de Fedearroz, advirtió que si no se adoptan soluciones urgentes, podrían generarse serias afectaciones económicas y posibles alteraciones de orden público. Aunque el Ministerio ya fijó un precio base, la comercialización no avanza y los agricultores siguen en incertidumbre.
Desde la Federación Nacional de Arroceros reiteraron su llamado al Gobierno para mantener activas las mesas de concertación y adoptar medidas inmediatas que permitan salvar una cosecha que podría superar el millón de toneladas de arroz paddy verde solo en Casanare.
