La directora del ICBF Jenny Rincón explicó que cuando se identifica una vulneración a los derechos de los niños se inicia un proceso de verificación por parte de un grupo interdisciplinario encabezado por un Defensor de Familia, esto luego de conocerse el caso de un niño que fue amarrado a una ventana al parecer, por sus padres.
Al conocer un maltrato de este tipo, se procede a hacer visitas al hogar del niño vulnerado para identificar la red de apoyo de la familia, con el objeto de establecer la situación y el entorno en el que vive el infante.
“Al niño se le hace una valoración médica y es revisado por nutricionista y un psicólogo. Se hace la revisión de la garantía de derechos; el estado físico; la nutrición y se verifica si el menor cuenta con registro civil de nacimiento, todo esto para establecer qué derechos han sido vulnerados”, explicó Rincón.
La recomendación de la directora del ICBF es que si alguien conoce de algún caso de violencia hacia niños, niñas o adolescentes denuncien a la línea 141 o que pongan la situación en conocimiento de la Policía de Infancia.
Según la funcionaria si la situación es extrema, los padres podrían incluso perder la custodia de sus hijos. “Esa es la última instancia, porque no buscamos separar a los niños de sus núcleos familiares”.
