Este domingo, en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, se registró la explosión de un vehículo de ingeniería perteneciente a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Según informes del medio israelí Canal 14, el incidente podría haber sido provocado por el lanzamiento de un misil antitanque o por la detonación de un artefacto explosivo.
Testigos y medios locales además informan que, tras este hecho, aviones israelíes llevaron a cabo al menos dos ataques aéreos en la zona de Rafah, que continúa bajo control militar israelí.
El ejército israelí señaló que el ataque al vehículo —y los disparos contra tropas desplegadas en la región— constituyen una violación del alto al fuego vigente, y que la respuesta militar busca neutralizar “infraestructura terrorista” en esa área.Por su parte, el ala militar de Hamas (las Brigadas Izz al-Din al-Qassam) negó haber participado directamente en el incidente en Rafah y recordó que la zona se encuentra bajo ocupación israelí desde hace tiempo.
Este episodio se inscribe en un contexto de frágil calma tras recientes negociaciones de tregua; Sin embargo, los analistas advierten que este tipo de incidentes podrían desencadenar una escalada en el conflicto
