El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró este jueves su intención de que Israel asuma el control militar completo de la Franja de Gaza, aunque aclaró que no planea gobernarla permanentemente. Tras una entrevista con la cadena Fox News, adelantó que la zona sería entregada a una administración civil árabe, no vinculada a Hamas, una iniciativa que busca garantizar la seguridad, destruir al grupo insurgente y liberar a los rehenes.
El gabinete de seguridad se reunió este mismo día para evaluar la viabilidad del plan, que revertiría la retirada de Israel de Gaza en 2005 y podría implicar el desplazamiento de hasta un millón de personas hacia el sur del enclave.
Sin embargo, la propuesta enfrenta resistencia interna. El jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, junto con familias de rehenes y voces internacionales, han advertido que una ofensiva ampliada podría poner en peligro a los soldados y a los aproximadamente 20 rehenes aún vivos en Gaza.
Las condiciones humanitarias en Gaza siguen siendo críticas. Organismos locales aseguran que ya se superan los 61 000 muertos y los 152 000 heridos desde el inicio del conflicto hace más de 21 meses. La ONU estima que el 87 % de la Franja está designado como zona militar o sujeta a órdenes de evacuación, y se han reportado muertes por desnutrición, incluidos menores
