En Estados Unidos, el presidente Donald Trump enfrenta críticas por presuntamente presionar a congresistas de su propio partido para evitar que se publiquen los archivos del caso Jeffrey Epstein, el empresario condenado por tráfico sexual de menores.
Según reveló The Washington Post, altos funcionarios de la administración, entre ellos la fiscal general Pam Bondi, se unieron a la representante republicana Lauren Boebert, del estado de Colorado, y a otra legisladora conservadora, para persuadirlas de retirar su apoyo a una iniciativa bipartidista que busca desclasificar los documentos completos del caso.
Esa presión ocurre justo cuando la Cámara de Representantes alcanzó las 218 firmas necesarias para forzar una votación. La última la aportó la nueva congresista demócrata Adelita Grijalva, quien se unió a su curul esta semana y permitió activar el mecanismo conocido como petición de desestimación, que obliga a agendar el debate en el pleno.
Los documentos en disputa contienen nombres y detalles de personas que habrían tenido vínculos con Epstein y su red de explotación sexual, un tema que ha generado polémica por el supuesto descubrimiento de figuras de alto nivel.
Mientras los republicanos más cercanos a Trump defienden la necesidad de mantener parte del expediente bajo reserva por “razones de seguridad nacional”, los demócratas y algunos republicanos moderados insisten en que el país tiene derecho a conocer toda la verdad.
La votación sobre la publicación de los archivos se espera en los próximos días. De aprobarse, el Departamento de Justicia deberá divulgar de manera oficial los documentos que siguen clasificados.
