Presencia de oso andino en Labranzagrande activa acciones de manejo y prevención

En las montañas del municipio de Labranzagrande, en el departamento de Boyacá, jurisdicción de Corporinoquia, la presencia de un oso andino (Tremarctos ornatus) ha despertado la atención de la comunidad local.

Este mamífero, único oso nativo de Suramérica, es una de las especies más emblemáticas de los ecosistemas altoandinos, debido a su papel esencial en la conservación de los bosques y las fuentes hídricas.

El oso andino se encuentra en peligro de extinción, principalmente por la pérdida y fragmentación de su hábitat. En Colombia está protegido por la ley, y cualquier acción que atente contra su vida constituye un delito penal, con sanciones de hasta 11 años de prisión y multas económicas, según las Leyes 1333 de 2009 y 599 de 2000.

Corporinoquia reiteró a la comunidad que la presencia del oso no debe generar alarma, sino respeto, e insistió en que la solución no es eliminar al animal, sino aprender a convivir con él. Los expertos en fauna silvestre de la entidad explican que, cuando un ejemplar es eliminado, otro individuo suele ocupar el mismo territorio, lo que no resuelve el conflicto.

Con el fin de atender la situación, profesionales del área de fauna realizarán presencia técnica en la zona para verificar el avistamiento, dialogar con la comunidad y promover estrategias de prevención y manejo, priorizando tanto la seguridad de las personas como la protección de la especie.

Corporinoquia invitó a los productores rurales y habitantes de zonas de montaña a implementar medidas de prevención y convivencia que reduzcan el riesgo de ataques y protejan tanto al ganado como a la fauna silvestre:

Evitar mantener el ganado cerca de los bordes del bosque o en zonas de difícil acceso.
Realizar rondas con perros para generar presencia disuasiva.
Utilizar elementos que produzcan ruido o luces intermitentes durante la noche.
Proteger los cultivos y reservas de alimento con cercas naturales o eléctricas de bajo voltaje.

La entidad reiteró que cuidar al oso andino es proteger la vida, pues su presencia en los ecosistemas es un indicador de salud ambiental y equilibrio ecológico.