En el departamento del Meta, dos soldados del Ejército Nacional fueron secuestrados por segunda vez este martes, pocas horas después de haber sido liberados. Se trata de los uniformados Ángel González Garcés y Édgar Mina Carabalí, quienes habían sido retenidos inicialmente el lunes en la vereda Getsemaní, zona rural del municipio de La Macarena.
Según el general de brigada Carlos Ernesto Marmolejo, los soldados fueron entregados a un sacerdote con el acompañamiento de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se encargaba de trasladarlos hacia un punto seguro. Sin embargo, en el trayecto, fueron interceptados nuevamente por un grupo de personas que los retuvo por segunda vez.
De acuerdo con el Ejército, la primera retención se produjo durante una operación conjunta con el CTI de la Fiscalía, en la que fue capturada una mujer señalada de colaborar con un grupo armado residual. Tras ese operativo, más de 400 personas rodearon a un teniente y tres soldados del Batallón de Acción Directa y Reconocimiento N.º 12. Aunque los militares fueron liberados horas después, González Garcés y Mina Carabalí permanecieron retenidos y fueron obligados a entregar sus armas y uniformes antes de su primera liberación.
Las autoridades señalaron que estos hechos habrían ocurrido en una zona de influencia del bloque Jorge Suárez Briceño, disidencia de las antiguas Farc al mando de alias “Calarcá”, que opera en áreas rurales del Meta y el Guaviare.
En un comunicado, la organización Corpoayarí pidió la liberación de Liceth Daza Hoyos, una mujer detenida por la fuerza pública durante el operativo que originó la retención de los soldados.
El Ejército reiteró su llamado a respetar la integridad y la libertad de sus hombres, mientras se mantiene el seguimiento a la situación con apoyo de organismos humanitarios y de verificación internacional.
