Gracias a Dios me acorde de la frase, “voy para una rueda de prensa”.
El día 15 de marzo, recogí en mi taxi, a una usuaria y a su acompañante, que acababa de llegar en un vuelo del interior del país al aeropuerto el Alcaraván de Yopal, de ahí los llevé hasta la calle 8 con carrera 22.
Durante el recorrido, la usuaria comenzó hablar con el acompañante y en un momento de la charla dijo “voy para una rueda de prensa”.
Cuando llegamos a la dirección solicitada por la usuaria, ella se baja del vehículo, en ese momento le alcancé a decir “está como grave lo del virus” y ella me respondió, “sí señor, así es”. La persona que la acompañaba me pagó el servicio y hasta ahí quedo el asunto.
Al poco tiempo escuche un audio donde el Secretario de Educación del municipio de Yopal explicaba que la Secretaria de Salud era un caso en estudio por haber sido contacto estrecho con una persona positiva para Covid-19.
Recordé la frase “voy para una rueda de prensa”, entonces todo se me nublo, empecé a hacer memoria, pero fueron muchas las preguntas que me surgieron, entre ellas ¿sí es la misma mujer? ¿cuánto tiempo estuvo la usuaria en mi taxi? y sí es ¿a dónde la ubico para decirle que me siento en riesgo? Especialmente porque mi esposa y yo tenemos una hija pequeña.
Entonces empecé a buscar ayuda para contactarla y preguntarle, sin embargo, el 20 de marzo, fue confirmado que ella era el primer caso de Covid-19 en Casanare. Ya con esta información le comenté a un amigo periodista, él hizo un artículo donde estaban algunos detalles, logré que se contactaran conmigo.
Sin embargo, aunque le dije a la profesional que atendió mi caso, que yo era un contacto estrecho, y que había escuchado que esta era una de las condiciones para poder acceder a las pruebas de Covid-19, ella solo acotó a decirme que en principio lo que debía hacer era ponerme en cuarentena.
En cuanto a la solicitud de la prueba, según ella no se podía, porque solo era para aquellos que tenían sintomatología grave y que, por la fecha del contacto estrecho que yo había tenido con la Secretaria de Salud, no se hacía necesario, dicho examen, pues según esto, el virus solo empezaría a multiplicarse entre las 48 y 72 horas después de haber sido contagiado la persona.
Le explique que, aunque el contacto estrecho se dio en las primeras 24 horas entre ella y mi persona, a la fecha 24 de marzo he presentado, sintomatología que va desde fatiga, dificultad para respirar y fiebre, mi esposa esta con un cuadro parecido, pero no logre convencerlos.
Acudí entonces al gremio de taxistas y la historia empezó a rodar hasta llegar a la gobernación de Casanare, desde allí me visitaron vieron mis síntomas y accedieron a realizarme la prueba. Ahora estoy a la espera de los resultados.
Le pido a las administraciones gubernamentales que busquen la manera de garantizar estas pruebas, nadie va incumplir los procesos de cuarentena, pero la incertidumbre en no saber si se es portador o no del virus, es desconcertante, traumático y lo lleva a uno a pensar lo peor, con esas emociones fácilmente una persona se agrava y la respuesta de las entidades de salud en nuestro territorio no son las mejores.
