
Cuando un ciudadano es víctima de hurto de una motocicleta en algún sector del departamento de Casanare, se expone a ser estafado por los mismos delincuentes u otros que identifican la situación de vulnerabilidad y el desespero por recuperar su medio de transporte.
El moduos operandi de estos delincuentes se fragua en que primero ubican las motocicletas por sus características que deben ser de mediana y alta gama, acechan hasta que logran la oportunidad de hurtarla, el ciudadano victimizado coloca la denuncia formalmente y de manera casi inmediata sale a contar su caso en las redes sociales, dígase Facebook, twitter, instagram u otros, donde los pillos toman sus datos personales y el número de contacto.
Con esta información llaman a la víctima y le dicen que ya saben quién tiene la motocicleta y que es cuestión de minutos para que dichos sujetos la saquen del municipio, que si la quiere recuperar se hace necesario que desista de la denuncia en la Fiscalía y que pague entre 1.500 o dos millones de pesos para tranzar a los bandidos, la mayoría de las veces se inicia un proceso de negociación por parte de los dueños de los vehículos hasta conseguir supuestamente un precio accesible, dígase un millón, setecientos mil pesos o menos.
Recursos que son cobrados por sujetos jóvenes, algunos dedicados a la labor de gota gota o prestamistas de dineros que rayan con la usura, otros se hacen pasar por contratistas independientes de servicios de ofimática para el Gaula Policía o Militar, lo cierto es que le advierten a la víctima que ellos solo están de intermediarios y que no tienen nada que ver con el negocio pero que no pueden decir nada porque ya los tienen individualizados, es más hay ocasiones donde retan a la víctima para que asista a la policía dando a entender que desde esa entidad les pasan a ellos la información.
En los peores casos la víctima no recupera su vehículo y termina siendo triplemente afectado, porque cuando se acercan a las entidades investigativas no tienen ni idea contra quien poner la segunda denuncia y aducen que tampoco encuentran quien los asesore en estos casos.
En el año 2016 fueron más de 400 motociclistas victimas de hurto, los cuales en su mayoría dan cuenta de las llamadas y solicitudes de dinero que le exigían para supuestamente recuperarle su vehículo.