Vendiendo postres y haciendo rifas, Adela Cruz, exaltada con el galardón Gran Mujer, que entregó el fin de semana pasado el centro comercial Gran Plaza Alcaraván, sostiene al mismo tiempo a su familia y el trabajo social de atender gatos abandonados.
Labor que le hizo merecedora al mencionado reconocimiento, que más que un aporte económico es de corte simbólico.
Y es que ha tenido que acudir a la economía informal como medio de subsistencia, porque pese a ser administradora de empresas, por su edad, supera los 35 años, no es fácil conseguir que la contraten, porque especialmente en sector privado, prefieren a las personas jóvenes.
Adela Cruz – Galardonada con el premio ‘Gran Mujer’.
[player id=78653]
Adela rescata felinos desde hace 7 años y los lleva a un hogar de paso llamado Gaticos Felices. En este lugar cuida de 32 gatos y 4 perros, la mayoría adultos y más del 90 por ciento de ellos se encuentran esterilizados. Casi todos son de difícil adopción porque son animales viejos o enfermos, lo que sin lugar a dudas les va a generar gastos a sus potenciales dueños, quienes ante esta situación desisten.
Por eso no la tiene fácil para pagar la alimentación que demandan sus protegidos. “Algunas veces los cibernautas que visitan la Protección peluditos Yopal, hacen donaciones, pero estas contribuciones son muy escasas y los gatos consumen un bulto de concentrado semanal”, precisó Cruz a Las Mañanas de Violeta.
Para el tema de la atención veterinaria, algunos de estos establecimientos le brindan facilidades de pago y descuentos. La verdad es una asidua visitante de estos sitios, porque la mayoría de los animales que recoge, presentan en muchos casos golpes, que reciben en accidentes de tránsito. Jocosamente dijo que hay mucho animal en las vías, que atropellan a las mascotas.
Los horarios que con más frecuencia se encuentra felinos abandonados, es durante la noche y los lugres predilectos por la gente para cometer este atropello contra los indefensos animales, son las periferias de la ciudad.
Adela tiene sus propias mascotas en casa, por lo que los gatos que recoge de la calle los lleva a un lugar de paso, que por seguridad prefiere guardarse la dirección. No revela la ubicación del sitio, por temor a que inescrupulosos lo conviertan en un botadero de animales, sin la menor consideración, pero eso sí con mucho descaro y no cuenta con los ingresos suficientes para mantenerlos a todos los animales abandonados que le endosen.
Lo que sin dio a conocer fue su línea móvil, que está disponible para recibir cualquier donación. El número es 312 331 54 12. Está habilitada para que las personas de buen corazón y que quieran los animales, le hagan llegar su aporte, bien sea en efectivo o en concentrado.
