El representante permanente de Sudán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunció públicamente en su cuenta de X la presencia de mercenarios colombianos en la región de Darfur del Norte, quienes, según afirmó, estarían al servicio del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), una milicia que mantiene un cruento enfrentamiento con el gobierno militar sudanés desde abril de 2023.
El diplomático responsabilizó a los Emiratos Árabes Unidos de financiar y contratar a estos combatientes extranjeros a través de la empresa Global Security Service Group, propiedad del emiratí Mohamed Hamdan Alzaabi, quien tiene influencia directa en el continente africano.
“África se ha opuesto a los mercenarios extranjeros desde la Convención de 1977. Hoy, ese legado está bajo ataque. Mercenarios colombianos contratados por los Emiratos Árabes Unidos están asesinando civiles en Darfur del Norte”, escribió el embajador sudanés en la red social X.
La denuncia se refuerza con la publicación del medio La Silla Vacía, que reveló imágenes y videos en los que se observa a niños y adolescentes siendo entrenados por hombres vestidos con uniformes militares de tono crema, quienes serían mercenarios colombianos. Según el medio, estos menores están siendo formados como combatientes para una de las guerras más sangrientas y olvidadas del planeta.
Aunque no hay pronunciamiento oficial por parte del Gobierno colombiano, el caso ha generado inquietud por la participación de nacionales en conflictos internacionales como combatientes privados, una práctica cada vez más documentada y cuestionada por organizaciones humanitarias.
La situación también revive el debate sobre el uso de mercenarios en guerras extranjeras y el reclutamiento de menores, ambos considerados crímenes de guerra bajo el derecho internacional.
