
Anualmente el mercado internacional del café mueve 200 mil millones de dólares, de los cuales solamente el 10 por ciento llega a manos de los productores, el resto entra a las arcas de las tostadoras y comercializadoras del producto.
La cifra fue revelada a Las Mañanas de Violeta por Jorge Eliécer Sierra del Comité de Cafeteros de Antioquia y miembro del consejo directivo de la Federación, organización de la cual, en varias ocasiones, ha sido su presidente.
Jorge Eliécer Sierra – Comité de Cafeteros de Antioquia y miembro directivo de la Federación nacional de Cafeteros.
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Citó como ejemplo el valor de una taza de café en Nueva York. En la llamada capital del mundo la misma tiene un valor entre 3 a 4 dólares. Si se tiene en cuenta que por cada libra de café, que en este momento cuesta menos de un dólar, se obtienen 70 tazas, con una simple operación matemática se puede conocer del volumen de ganancia que se dividen entre tostadores y comercializadores.
Aclaró que en los más de 35 años como dirigente gremial nunca ha visto una crisis tan difícil, como la que están atravesando los cafeteros en este momento, que tiene su génesis en la sobreproducción mundial, que ha repercutido una curva descendente en los precios internacionales, que están por debajo del dólar por libra.
El principal productor de café es Brasil que para este año el estimativo ronda los 65 millones de sacos, sumados a los 30 millones que aporta Vietnam. Cifras muy superiores a los 13 millones de sacos que produce anualmente Colombia y de los cuales solo 1,7 millones surte el consumo interno.
Para tratar de paliar la problemática el presidente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, propuso en estos días que para efectos de exportación no se tome como referencia la cotización de la Bolsa de Valores de New York, sino que se sumen los costos de producción, más una utilidad razonable para los productores.
La propuesta tiene primero que estructurarse. Además es necesario hablar con otros países productores de café suave como Kenía, Perú, entre otros. Adicionalmente un actor que también juega en contra de los precios son los especuladores que hay en la bolsa de valores.
“Ellos negocian los títulos cafeteros. Cuando los precios están bajos los compran, pero en el momento que los precios suben, los venden”, manifestó Sierra. En este juego de la oferta y demanda esto personajes registran buenos dividendos.
Precio interno
Si el panorama en el campo internacional no es el más halagüeño, en el plano nacional el horizonte tampoco pinta de la mejor manera. Producir una carga de café cuesta 800 mil pesos y descontando los costos de las cooperativos, al productor le quedan 650 mil en promedio. Lo que se traduce en una pérdida de 150 mil pesos.
Ante la adversidad los cafeteros acudieron al Gobierno nacional. Sierra dijo que se reunieron con el ministro de hacienda Alberto Carrasquilla, pero los resultados no fueron los mejores. Se declaró muy decepcionado en la medida que el Estado argumentó que no cuenta con recursos para el agro.
“Da tristeza escuchar que el Gobierno no tiene recursos, que tiene que vender algunos activos como hidroeléctricas. En cualquier país del mundo la agricultura es subsidiada”, acotó Sierra.
Por el momento la única puerta que el ministro Carrasquilla dejó abierta para salir de la crisis, son los recursos del IGEC, Incentivo gubernamental para la equidad cafetera, por 95 mil que ascienden a 95 mil millones de pesos.
Cifra que para Jorge Eliécer Sierra suena elevada, pero que en realidad no lo es. Estos dineros se utilizarían como medio para mejorar los precios, a través de incentivos para fertilización y subsanar las deudas que quedaron del año pasado. En este momento la cartera que tienen los cafeteros con la banca nacional es de 1 billón de pesos.