El comedor comunitario El Criollito ha venido prestando sus servicios por tres años a personas de escasos recursos del municipio de Paz de Ariporo. Con aportes de propietarios de súper mercados y tiendas, ha tenido siempre un plato de comida caliente para quienes han necesitado su apoyo en algún momento de la vida.
Con la declaratoria de emergencia por el Covid-19, ha suspendido sus operaciones y desde el inicio de esa orden nacional ha permanecido cerrado, pero siempre a la espera de que llegue el momento de continuar con su labor social y humanitaria en favor de los menos favorecidos.

Don Toribio de Dios es el hombre tras esta obra social. Es un hombre de hablar pausado, pero contundente, con un corazón enorme que no le cabe en el pecho. Para don Toribio, la injusticia más grande de la vida es que las bicicletas que ha puesto al servicio de sus conciudadanos, han sido hurtadas la noche del miércoles 22 de julio. Hasta el lugar donde funciona el comedor, desconocidos llegaron y se llevaron uno de los bienes que por derecho propio han pertenecido a toda esa comunidad que se beneficia de estas Bicicletas.
Según el relato de don Toribio, los ladrones habrían subido por el portón, escoger lo que se iban robar, tuvieron tiempo de organizar con sillas una improvisada escalera a través de la cual sacaron las bicicletas. Agrega que en el pueblo sus bicicletas son muy conocidas y que espera que la comunidad pueda brindar información que le permita dar con el paradero de su medio de transporte personal. Manifiesta que son negras con rin número 26.
Don Toribio pidió a quienes hayan visto su bicicleta, informar a las autoridades para proceder con su recuperación.
