Exactamente el 17 de abril de 2018, tras una larga e intensa jornada de paros estudiantiles, plantones y protestas pacíficas, los padres de familia de los estudiantes del colegio Rafael Uribe Uribe en Pore, firmaron un acta en la que se consignan una serie de compromisos que a la fecha, según ellos, no se han cumplido. En el acta aparecen las firmas del rector de la época, padres de familia y cuatro funcionarios de la Secretaría de Educación.
La solicitud de los padres, estudiantes y docentes por aquellos días se dividió en dos necesidades básicas: la primera era la ampliación de la planta de docentes porque faltaban y la calidad de la educación estaba bajando, causando la deserción escolar, siendo este el único colegio con bachillerato en el área urbana del municipio. La segunda necesidad que se debía atender, era la planta física o infraestructura del colegio.

Hoy a más de un año de haber adquirido esos compromisos, el colegio se cae a pedazos y parece no interesarle a nadie, más allá de quienes viven a diario las inclemencias del clima en sus aulas. Según Yolman Lozada, cuando llueve el agua ingresa a las aulas y cada vez son peores los daños causados. Pero en las tardes el sol da de frente a los niños más pequeños, quienes se tornan hiperactivos por la incomodidad que esto genera.
Todo lo que piden los padres de familia es que se dé una respuesta positiva desde el departamento, a través de la Secretaría de educación que redunde en una mejor calidad de la educación, generando los espacios propicios para un aprendizaje efectivo de las lecciones impartidas en las diferentes áreas de la primaria y secundaria según corresponde.

Para lograr su objetivo, los padres de familia del colegio Rafael Uribe Uribe, esperan reunirse el martes 17 de septiembre con el secretario de educación y funcionarios de esa dependencia, buscando una solución de fondo o el cumplimiento de los acuerdos pactados en abril de 2018.
