En el barrio Covisán fue capturado Rubén Villalobos Herrera, denominado por los investigadores como el ‘monstruo de Caños Negros’ luego de descubrir la frialdad con la que actuaba.
A Villalobos Herrera se le atribuirían presuntamente el acceso carnal y homicidio once mujeres, las víctimas engañadas, con el pretexto de transportarlas en un motocarguero, hasta llevarlas a zonas alejadas donde las amenazaba con arma blanca, accediéndolas carnalmente, las hería de gravedad con objeto contundente hasta que fallecieran. Posteriormente, las accedía de nuevo.
La frialdad era tal que preveía sus movimientos. Las zonas boscosas que escogía para violentar a las víctimas eran aisladas, en algunos de estos lugares se encontraron restos óseos. Por otra parte, el detalle que alertó a las autoridades gira en torno a la aparición de este sujeto en varios eventos de homicidio, él daba aviso a las autoridades, cuando las víctimas habían fallecido.
En contexto, esta captura permite erradicar riesgos de afectación contra otras mujeres del sector, quienes eran vulnerables, ante la presencia y aparente rol típico de un ciudadano, ocultando sus pretensiones ante las potenciales víctimas de feminicidio.
