Así lo dio a conocer a las mañanas de Violeta estéreo el periodista de Caracol Mocoa, Orlando Dávila que, aclaró, no tenía intenciones de especular ni generar mayor alarma de la que ya existe.
La razón del crecimiento en la cifra que hasta el momento supera los 254, es que en playas de ríos como el Caquetá ya dejan ver nuevas víctimas en estado de descomposición.
Dijo que el proceso de identificación de cadáveres presenta fallas y que de seguir así las cosas irían a parar a una fosa común.
En cuanto al abastecimiento de agua se mostró optimista pues las aguas de los ríos Rumillaco y pepino son cristalinas y sirven de fuente para los carro tanques que la toman y distribuyen paulatinamente entre los afectados.
En contraste narró casos de esperanza, como el de un niño de dos años que se salvó de morir y fue hallado aguas abajo flotando en una colchoneta inflable.