Cuando por ignorancia, inocencia, o por responsabilidad o incluso por ganar fama, por llamar la atención, o por malas intenciones o por tener la chiva o por cualquiera que sea la intensión de publicar por redes o medios de comunicación, así sea, el voz a voz, o un simple chisme, de que Yopal está en riesgo de avalancha, está logrando su peor efecto en nuestra sociedad…
La situación económica de los yopaleños, de su comercio y en muchos otros ordenes, venía azotando profundamente a cada familia y a la mayoría de gremios. Sumémosle que una señora con opinión en finca raíz, hizo un comentario en una revista nacional de que, “La peor ciudad donde no se debe invertir es Yopal Casanare”, los escándalos políticos en los que estamos inmersos hoy, con un alcalde electo preso y una alcaldesa encargada, también presa; nos debe llevar a tomar decisiones drásticas o por lo menos a cerrar la boca.
NO HABLEMOS MAS DE AVALANCHAS, Lo que pasó en Mocoa, fue la lluvia que cae en Bogotá en todo un año, caída en solo seis horas, fue la unión de tres (3) ríos crecidos desembocando en un mismo sitio; Eso fue lo que pasó allá, incluso hay que callar, porque lo que pasó en Popayán, en Armero, en Armenia o en Mocoa, son catástrofes que no se sabe Dios por qué las ha permitido.
¿Queremos acabar con Yopal? ¿Quién quiere invertir en una ciudad así? ¿Cómo vamos a atraer turismo así? ¿Cuánto se está desvalorizando la finca raíz en Yopal y Casanare?
Como si fuéramos Gramalote y pudiéramos coger la maleta e irnos, como si Dios no existiera, como si pudiéramos perder el esfuerzo de tanta gente, de tantos años, los que lograron el desarrollo de esta Yopal que tanto decimos amar.
Así que, si usted vive en Yopal, come, duerme, trabaja, estudia o simplemente está aquí porque no sabe; hable bien de Yopal, aporte productividad y positivismo, así sea solo con la lengua, pero no desprestigiemos más a Yopal, que a tantos nos ha dado tanto.
NO HAGAMOS MÁS EL OSO, HACIENDONOS DAÑO… HABLEMOS BIEN DE YOPAL
