Desde Violeta Estéreo, el equipo de Contacto Noticias ha venido realizando un riguroso seguimiento a las sesiones extraordinarias de la Asamblea Departamental de Casanare. Con la más reciente, celebrada el pasado 11 de mayo, ya se completan nueve sesiones extraordinarias, todas con una estructura repetitiva y sin contenido de fondo.
El orden del día de cada sesión se ha limitado a:
1. Llamada a lista y verificación del quórum
2. Lectura y aprobación del orden del día
3. Oración en acción de gracias
4. Lectura de correspondencia
5. Proposiciones y varios
Hasta el momento, no se ha debatido ningún proyecto de ordenanza, ni se ha puesto sobre la mesa un solo tema de interés público. La duración de las sesiones varía entre 6 y 18 minutos, y el costo estimado por sesión es de cerca de 1 millón de pesos por diputado, es decir, 11 millones de pesos por sesión. Multiplicado por nueve sesiones, estaríamos hablando de más de 99 millones de pesos en gasto público sin justificación aparente.
Contexto jurídico: ¿Para qué sirven las sesiones extraordinarias?
De acuerdo con la Ley 2200 de 2022 (que regula el funcionamiento de las Asambleas Departamentales) y la Constitución Política de Colombia, las sesiones extraordinarias solo pueden ser convocadas por el gobernador para tratar temas específicos previamente establecidos en el decreto de convocatoria. En otras palabras, no se pueden realizar sesiones extraordinarias «vacías»; deben tener un propósito concreto: estudio, debate y aprobación de proyectos de ordenanza.
Si la Gobernación de Casanare expidió el decreto de convocatoria a sesiones extraordinarias, ¿Cuáles fueron los temas planteados en dicho decreto?; Si existen proyectos listos para discusión, ¿por qué la Asamblea no los ha tramitado?; Y si no hay proyectos, ¿Qué justifica la prolongación de estas sesiones por 15 días adicionales, cuando la ley es clara en señalar que el uso del recurso público debe ser eficiente, transparente y justificado?
¿Quién responde?
Es deber tanto del Ejecutivo departamental como del Legislativo justificar ante la ciudadanía el uso del tiempo y los recursos públicos. Lo que estamos viendo en estas sesiones extraordinarias parece ir en contravía del principio de eficiencia del gasto público (Ley 1474 de 2011 y normas anticorrupción).
¿Estamos frente a una omisión institucional, una descoordinación política o un uso inadecuado de los recursos públicos?
Desde Violeta Estéreo hacemos un llamado a la transparencia y la rendición de cuentas:
¿Cuál es el verdadero propósito de estas sesiones?
¿Quién tiene la responsabilidad de presentar y gestionar los proyectos?
¿Hasta cuándo se extenderán estas sesiones sin resultados?
La ciudadanía merece respuestas. El seguimiento continuará.

