
En la madrugada de este miércoles, a las 3:00 a.m. hora colombiana, comenzaron en El Vaticano los actos previos al cónclave que elegirá al Papa número 267 en la historia de la Iglesia Católica. El tiempo que tarde el proceso depende de los consensos entre los 133 cardenales que tienen derecho a voto.
El evento inició con la tradicional misa Pro Eligiendo Pontifice, celebrada en la Basílica de San Pedro a las 10:00 a.m. hora de Roma. Luego de esta ceremonia, los cardenales fueron conducidos a la Capilla Sixtina, donde se declaró el inicio oficial del cónclave con el grito ritual “extra omnes”, que ordena la salida de todo el personal externo y marca el cierre del recinto hasta que haya una decisión.
Durante este proceso, los cardenales emitirán sus votos en rondas secretas. Cada jornada puede tener hasta cuatro votaciones: dos por la mañana y dos en la tarde. Los resultados se comunican al mundo mediante una “fumata”: si el hum es negro, significa que aún no hay elección; si es blanco, anuncia que ya hay un nuevo Papa.
Para que un candidato sea elegido, debe alcanzar al menos 89 votos, es decir, dos tercios del total. Si después de 12 votaciones no se logra una elección, el cónclave puede entrar en una pausa de reflexión, dando espacio al diálogo y la reconsideración entre los cardenales.
Una vez se elige al nuevo pontífice, se le consulta si acepta el cargo. Si lo hace, se le asigna su nombre papal, recibe el anillo del pescador y, con ello, asume oficialmente el liderazgo de la Iglesia Católica ante el mundo. ¿Habemus Papam? Aún no… pero podría ser cuestión de horas.