
Leonardo Barón, coordinador departamental para la gestión del riesgo de desastres, entregó el reporte oficial donde relaciona que las emergencias generadas por el fuego y dejan a la fecha estadísticas alarmantes.
Dentro del anuncio hecho por el funcionario, se contabilizan dos personas fallecidas, un vehículo incinerado y 78.200 hectáreas de vegetación, aproximadamente, afectadas por las llamas.
Orocué, Paz de Ariporo y Maní, son los municipios con la mayor área afectada. De igual manera sostuvo que a más de un mes para la llegada histórica de la temporada invernal, el número de hectáreas incineradas en este 2019, supera en más del 50 % la estadística de los dos últimos años.
Por ejemplo dentro de las cifras da cuenta de lo siguiente que «es muy preocupante la cantidad de hectáreas quemadas, durante este periodo de sequía.
En el 2017 la afectación solo fue de 9.473 hectáreas y en el año 2018 alcanzó las 30.607 hectáreas durante todo el verano. La cifra actual es sorprendente, porque aún falta casi 30 días, para la llegada de la lluvia», indicó Barón.
De otra parte advierte que las quemas afectan principalmente, morichales, sabana nativa, árboles, pastos mejorados, cercas y cultivos. No obstante, las deflagraciones también generan la muerte de innumerables animales, entre los más afectados están las serpientes, aves (crías y huevos), osos, venados, cachicamos, ganado, entre otros.
Hay que tener en cuenta que en su mayoría las quemas se salen de control. Los incendios no solo matan animales, también los ahuyenta, y desertifican los suelos.
“Prevenir un incendio, es más fácil que apagarlo”, fue el mensaje con el cual la Coordinación Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres, pretende generar conciencia en la población.