
Este miércoles se conoció que el Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos (ITC), con sede en Manhattan, emitió un fallo que podría dejar sin efecto los aranceles del 10% impuestos por el presidente Donald Trump a más de 60 países, incluida Colombia.
El fallo, emitido por un panel de tres jueces, considera ilegales la mayoría de los aranceles globales implementados por Trump, incluyendo su tarifa plana del 10% aplicada en abril bajo el argumento de “prácticas comerciales desleales”. Con esta decisión, quedan suspendidos la mayoría de esos gravámenes, incluidas las tasas elevadas sobre China y otros países, así como los aranceles impuestos en relación con el tráfico de fentanilo a China, Canadá y México.
Sin embargo, los aranceles establecidos bajo otras normativas, como los de la Sección 232 y la Sección 301 —que cubren productos como acero, aluminio y automóviles— no se verán afectados por esta resolución.
Esta decisión representa un reves judicial para Trump, en medio de una serie de demandas que cuestionan los límites de su poder presidencial. Entre otras, se impugnan decisiones como los despidos masivos de empleados federales, restricciones a la ciudadanía por nacimiento y recortes al gasto público ya aprobado por el Congreso.
A este revés legal se suma la renuncia de Elon Musk, quien lideraba el Departamento de Eficiencias Gubernamentales (DOGE). Musk expresó su decepción con el megaproyecto fiscal y presupuestario impulsado por Trump, que busca extender las exenciones fiscales de su primer mandato (2017–2021), añadir nuevas rebajas tributarias, aumentar el presupuesto para la gestión fronteriza y reforzar su política migratoria.
Según Musk, el plan aumenta el déficit y dispara el gasto público, lo que —en sus palabras— «socava» los esfuerzos por mejorar la eficiencia y reducir el despilfarro gubernamental.